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Ambliopía en niños

La ambliopía es una condición que se desarrolla en la infancia. Es muy difícil desarrollar ambliopía luego de los 7 años de edad, pero si es posible encontrarla en adultos que la han desarrollado de niños y en quienes no les fue adecuadamente tratada.

Esta enfermedad puede llegar a condenar al niño a un mundo de mala visión si no es tratada durante los primero 7 años de vida, ya que hasta esta edad es corregible. La ambliopía puede ser desarrollada en consecuencia de otras condiciones visuales como los defectos refractivos o el astigmatismo, por ello es importante la consulta al oftalmólogo desde el nacimiento ya que allí se pueden encontrar y tratar a tiempo no solo la ambliopía sino muchas enfermedades de la visión como la retinopatía de la prematurez, catarata y glaucoma.

 

Para los niños, la frecuencia recomendada de visita al oftalmólogo debe ser:

 

Al nacer (antes del primer mes de vida)

A los 6 meses de vida.

A los 3 años de vida.

A los 5 años de vida.

A los 8 años de vida.

Si el niño presenta alguna anomalía debe recurrir al oftalmólogo más seguido según la orden del médico tratante.

 

Dificultades que presentan los niños con ambliopía

Ser un niño con ambliopía puede presentar dificultades tanto para ellos como para los padres, ya que afecta sus relaciones personales, sociales y académicas.

 

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Personales y sociales.

Una de las afectaciones más importantes a nivel emocional son aquellas que se presentan antes y después del diagnóstico de ambliopía. Cuando un niño no ha sido diagnosticado con ambliopía, puede mostrar comportamientos diferentes a los de los niños normales en cada edad. Un ejemplo, es un niño que no quiere salir a jugar con sus amigos. Una conducta de estas, podría sugerir que el niño no quiere jugar no porque no tenga deseos de hacerlo, sino porque no ve la pelota y esto le crea un desagrado por el juego.

Se debe tener en cuenta que los niños se pueden ir adaptando a una mala visión si no son diagnosticados a tiempo, por lo que para ellos “no ver la pelota” puede ser normal y por ende no explicarles a sus padres el porqué de su actitud frente al juego. Esto trae como consecuencia un niño aislado, con baja autoestima en algunos casos y con algunas conductas agresivas en otros casos.

Al ser diagnosticado con la enfermedad, el niño comienza el tratamiento que puede ser con parque o con gafas. Allí es muy importante que los padres estén en un continuo acompañamiento para reforzar la confianza en ellos mismos, ya que lamentablemente pueden ser objeto de burlas en el colegio o en la calle y podrían no aceptar el tratamiento.

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Académicos

Los niños que desarrollan ambliopía u otras enfermedades oculares, tienden a presentar comportamientos inusuales en la etapa escolar. Los problemas de aprendizaje aparecen, hay problemas para realizar las tareas, no pueden entender lo que ven en el tablero y tienen problemas para escribir. Muchos de estos casos pueden atribuirse a un mal comportamiento del niño, pero se ha comprobado que una de las razones más comunes de estos comportamientos es la mala visión.

 

Cuando un niño adapta sus ojos a la mala visión, es normal que tienda a confundir las letras, los números, las figuras y se sienta mal al ser corregido una y otra vez. Esto crea un desagrado por el estudio, un rechazo a la lectura y a la escritura, entre otros.

Ambliopía en adultos